07 enero 2007

Para una niña

Oler el mar
Para una niña
Es como tener un frío húmedo
Es como sentirse despeinada
Y pegoteada con el cuerpo de su padre

Oler el mar
Para una niña
Significa comprender un poco más
De lo triste que puede ser la vida
Y de lo crudo que puede ser
Que la besen unos labios duros por el frío

Llevarla a oler el mar
Para una niña
Es lo que más fuerte puede herirla
Si no la quieren
Es lo más terrible que pueden hacerle
Si ama a un hombre.

Oler el mar
Para una niña
Puede ser tan doloroso
Como despegarle los ojos con agua de té
O café
Una mañana ventosa.

Oler el mar
Para una niña
Puede ser lo más peligroso del mundo
Y puede imaginar
Que es el lugar donde su padre
Juega a cortarse la muñeca.

Oler el mar
Para una niña
Puede ser
Sentir hambre después de jugar
Ver las flores que abren a la noche cuando vuelven a
la casa llena de humo.

Oler el mar
Para una niña
Es sentir que se abre todo su pecho
Y que a la vez se queda sin aire
Es sentir que podés resbalarte entre las piedras y caer.

Oler el mar
Para una niña
Puede ser bastante divertido
Pero puede hacerle comprender que la fuerza del agua
Puede contra todas las puertas y paredes
Y que una madrugada puede venir a buscarla
tocándole la cara
Cayendo desde el techo
A su cama.

Oler el mar
Para una niña
Puede convertirse en lo menos deseable cuando está triste
Porque oler el mar P
ara una niña
Es a veces sentir que la llama
Desde lo más profundo
A perderse en el mar
A caminar sujeta a un llanto que viene del adentro del mundo.

Oler el mar
Para una niña
Se traduce en todos sus miedos
Se traduce en todo lo que ha oído
Del individuo
Significa o significará estar
A pesar de todo
Uno mismo desnudo
frente al mar.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

lo pusiste nomás. me pareció formidable. igual voy a ser bien seco hasta que no me mandes lo que me tenés que mandar. beso

antígonadenoite dijo...

qué lindo poema, me dieron ganas de oler el mar
besos lu, mi blog es nubesfucsias

Anónimo dijo...

Que lindo está escribiendo, niña!
Me gustan mucho sus textos.
Para algunos, para los que contaminan su nariz con los humos de la gran ciudad, oler el mar es recordar.
Besos.

Anónimo dijo...

Hola, hermana pequeña, aunque nunca las tuve menores ese murmullo sal que se chupa en las amadas pieles huella de bicicleta en la arena de noche nos emparenta. Abrazo desde cerca del tren.

Anónimo dijo...

Minerva
me parecio hermoso
tiene demasiada fuerza y crea
imágenes tan íntimas que intimida y manipula.
es perfecto
un saludo
desde las sombras

Isidor