Sube al taxi, Nena,
la noche te espera.
Hay lluvia de monos en los hombres
y caen sobre tu vestido hacia tus medias.
Guarda tu zapato,
Nena,
guárdate en los semáforos.
La luna es un centavo
y tu sol una botella de whisky
que gira y gira.
Lo primero en salir son los zapatos
(El ascensor)
Entrar jocosamente silenciosa,
un teléfono que no sonará.
El vestido es rojo,
las medias caen sobre la lámpara.
Ampárate en la noche la soledad;
te hamacas desde el centro
mientras suena Harlem Nocturne
bien adentro.
Él está ahí pero no está
Él es alguien y es ninguno
Él es uno y los es todos
y tú te balanceas
y te hamacas.
Un nocturno para el Blues.
La avenida a lo lejos,
los sombreros y carteras
mientras tú te balanceas,
Nena,
en tu noche interior.
Una noche para el Blues,
un nocturno para el Jazz.
Una síncopa te acuna,
la luna da mil vueltas
en la habitación.
Sube al taxi, Nena,
la noche ya es llena
y hay fuga de cristales
en el mundo.
Versión libre sobre "Harlem nocturne/A nocturne for the Blues"