Eugenio y las sirenas.
A Eugenio las sirenas lo llaman
Bailan y ríen para él,
El que las ve más chiquitas
La cara de Eugenio se achina
Los ojos pequeños detrás del vidrio
Cóncavo
Pesado
Eugenio mira a las sirenas
Desde adentro de la playa.
Las sirenas no lo llevan
Porque Eugenio nunca dice No
Ni dice Sí.
A veces se divierten con las cosas que no entiende
A veces se enfurecen
Cuando él se pone a escribir
Notas en una botella
Y les pega en la cabeza.
Yo creo que Eugenio no las ve
De la misma manera que otros
Sentado entre caracoles y espuma podrida
Acaricia a algún pingüino que va a morir a Quequén
Los autos y gaviotas no lo ven
Pero lo ven las sirenas.
A ellas les divierte
Y un poco las ofende
Que Eugenio no se sorprenda
Ellas, lindas, con sus colas y sus tetas
Con sus cantos y sus trenzas
De olor a mar.
De pronto inventan remolinos
Hacen subir y bajar la marea:
En dos segundos
Eugenio se ríe despacito
Porque le muestran regalos.
Las sirenas no entienden qué es lo que pasa
Sus cantos hipnóticos
Son el pensamiento de él
Y cuando al bajar el sol ellas saludan
Eugenio borra, borra
Con goma de sal
Y se ahoga en la ciudad.
13 septiembre 2009
04 septiembre 2009
Erosión
Huelo viento
Huelo viento
Que se cuela en tu pollera
Mi poema tiene aliento
En tu nuca y en tu pierna,
Me resopla desde adentro
Se me sale por afuera.
Huelo viento
Caribeño
Y viento de tempestad
Mis manos son dos palabras
Que te van a acariciar.
Huelo viento
En la rompiente
De las olas en el mar
Huelo viento
Y con mi viento
Yo te voy a despeinar.
Huelo el viento del poema
Que me impide respirar
Huelo el viento
En tu pelo,
Y en tu remera
Algo más.
Huelo viento
Viento vuela,
nos vamos a revolcar
Entre toda esta tormenta
Que no paro de soplar.
Soplo aliento que desnuda
Y que anuda una vez más
Tu pañuelo y la ternura
Que el viento descoserá.
Huelo viento
Más de cerca
Huelo un viento de ciudad
Huelo, hueles
Nos olemos
Como las aves al mar.
Sólo espero que cuando amaine
No me mandes a volar.
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